Ingredientes:
- 8 yemas de huevo.
- 250 gr azúcar.
- 800 ml leche.
- 200 ml Nata para montar.
- 1 vaina de vainilla o esencia de
vainilla.
O en su ausencia una rama de canela y corteza de 1 limón.
- 80 gr maicena.
- Unas hebras de azafrán.
Elaboración:
En una cacerola grande echamos la leche,
añadimos la nata y añadimos la mitad del azúcar.
Cogemos la vaina de vainilla la
cortamos en todo su largo, a la mitad la abrimos, la sacamos las pepitas. Y le
agregamos a la mezcla tanto las pepitas como la vaina entera.
Agregamos las hebritas de azafrán, le
darán un tono de color distinto. Removemos y hervir a fuego lento. Sin ver las burbujas
del hervor solo se verá que la vainilla sube hacia arriba. Cuando suceda esto
la colamos a otro cazo. Aunque se cuelen los granitos de vainilla no importa.
Si no tenéis vainilla echamos la
ralladura de un limón entero, y la rama de canela.
Echamos las yemas en un bol y agregamos
el resto de azúcar y la maicena. Mezclamos muy bien con varillas hasta obtener
una crema homogénea sin grumos. Vertemos un chorro generoso de leche caliente,
removiendo muy bien para que no se nos cuaje.
Volvemos a echar la leche de antes a
fuego medio bajo añadiendo la mezcla de las yemas a esta, removiendo
constantemente, hasta que esta espese.
Dejamos enfriar. Para enfriar mejor
vertemos sobre un recipiente y colocaremos papel film pegadito a la propia
crema para que no se reseque ni se condense.
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