Las características organolépticas
vienen marcadas por su suavidad y textura. Su color ha de ser amarillo natural
obtenido por el cuajado lento sin batir y un enfriamiento rápido. Podemos
tintar la crema si no consiguiéramos el color requerido.
Esta crema la podemos subdividir a su
vez en dos tipos, que desarollaré a continuación:
Yema
fina:
Ingredientes:
- 1 litro de yemas
- 1 kg de azúcar
- 400 ml de agua
Elaboración:
Hacemos
un jarabe a punto de hebra floja con el agua y el azúcar.
En otro recipiente ponemos las yemas y
las batimos, a estas yemas le agregamos el caramelo y batimos con la varilla.
Pasamos la mezcla por el chino** y la ponemos al fuego hasta que de un hervor,
luego enfriaremos rápidamente.
Yema
pastelera:
Ingredientes:
- 12 huevos
- 1 kg azúcar
- 1/2 litro de agua
- 160 gr de harina floja
- 1 limón exprimido
- vainilla
- 6 gr de cremor tártaro
- vainilla
Elaboración:
Ponemos
al fuego el azúcar con el agua, y en un recipiente de material inalterable
mezclamos los huevos, la vainilla, el cremor tártaro, el zumo de limón y la
harina. Cuando el jarabe esté listo se lo agregamos a las yemas y ponemos al
fuego hasta el hervor.
Esta crema es una variedad mas
económica de la yema fina, aun así es de bastante calidad. Como precaución la
crema ha de estar completamente fría al utilizara, puesto que la crema
fermentada puede causar graves intoxicaciones.
Se emplea como cubierta de tarta,
pasteles, para decorar, rellenar, etc. La yema cuando se emplea de cobertura,
como norma general, va caramelizada.
** colador chino: es un colador de
acero inoxidable que tiene forma cónica (parecido a un embudo).
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